jueves, 6 de marzo de 2008

viene la fania

pa' harry

sería perfecto que esto se quedara entre nosotros, que no se lo mencionáramos a nadie, que creáramos un vínculo así que suene un poco criminal, que nos culpe solo a nosotros dos, aunque sea con esto que algunas personas considerarían una tontería. yo no, nosotros no. por eso es que la complicidad de esta poesía, la de lourdes, la tuya y, bah, me aventuro: la mía también, es tan magna. esta poesía es casi tan cabrona y prostituta como la vida misma pero ésta sí es nuestra. la vida se nos escurre entre las piernas (hasta literalmente) pero esta poesía, la de ella, tu poemita, y esta prosa poética vulgar se queda en nuestras redes de seis de la tarde cuando aun queda un poco de sol y se asoma el cliché contradictoriamente hermoso que es lo ilusorio de la oscuridad.
eso es todo lo que te pido, que se quede entre nosotros y entre la semi penumbra de estas semi seis-siete de la tarde donde el sexo con cualquier cosa nunca es inoportuno, mucho menos si es con poesía.

2 comentarios:

Un portoricano stronzo dijo...

Un graffitti en el entrepierna de una virgen
a veces no es un graffitti del todo:
no pasan los autobuses,
no pasan las venas abiertas de un tecato,
los niños no corren a la escuela
y no hay automoviles familiares empujandote a los lados,
la gente no camina cabiz-baja,
no pasa el viejo Pedrito vendiendo sus helados,
y es que la soledad y el silencio no se hacen ciudades.
Pero, de todas formas, a veces un graffitti en la entrepierna de una virgen sí que es un graffiti:
llueve,
pasa ocasionalmente una mano humeda,
las palabras constuyen un mito ciego e irreverente,
se puebla de ecos el vacio dulce y amargo...
los niños no juegan, pero nacen.

Se construyen ciudades de colores:
una graffitti en la entrepierna de una virgen no necesita ciudad...
es pura poesia vertical.

Un portoricano stronzo dijo...

ufff....